Ribera del Duero es una «Denominación de Origen» (D.O.) para los vinos ubicados en la meseta norte del país y es una de las once regiones de «vinos de calidad» dentro de la comunidad autónoma de Castilla y León. También es una de las varias regiones vinícolas reconocidas que se encuentran a lo largo del curso del río Duero.
La región se caracteriza por un terreno rocoso, en gran parte plano, y está centrada en el pueblo de Aranda de Duero, aunque los viñedos más famosos rodean Peñafiel y Roa de Duero al oeste, donde se encuentra el Consejo Regulador regional.
Los vinos de D.O. Ribera del Duero son principalmente tintos, aunque también hay rosados. La variedad de uva más característica es la denominada «Tinta del país», conocida en el mundo del vino como Tempranillo, que representa más del 90% de la producción. De acuerdo con el reglamento del Consejo Regulador, para que un vino califique para la denominación de origen debe incluir al menos el 75% de Tempranillo en su preparación. En total, no menos del 95% de las uvas deben ser Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec. Las uvas Garnacha y Albillo están permitidas, pero en pequeñas cantidades.
Además de algunas variedades de uvas, hay otras similitudes entre los vinos de Rioja y Ribera del Duero. Mientras que los vinos son bastante distintivos como resultado de diferencias significativas en el terruño, ambas regiones producen vinos seleccionados para un envejecimiento prolongado con procedimientos de vinificación altamente complejos, produciendo vinos intensos, de muy larga duración, que emanan de suelos en gran parte calizos. Los vinos se clasifican tanto por su longevidad como por su calidad de uva, y Ribera del Duero produce algunos vinos que envejecen extremadamente bien. Los requisitos de envejecimiento de Ribera del Duero son los mismos que se utilizan en Rioja. Los vinos etiquetados como «Crianza» deben envejecer dos años con 12 meses en barricas de roble. Los vinos «Reserva» deben envejecer al menos tres años con al menos 12 meses en barricas de roble. Los vinos etiquetados como «Gran Reserva» deben pasar 5 años de crianza antes del lanzamiento, dos de ellos en barricas de roble.
Como resumen de las características de los vinos tradicionales, mencionemos:
Tinto Joven.
Fase visual
Muestra un rojo cereza muy intensa con importantes bordes azulados, índigo, violeta y morado. Tonos de rubí claro, con gran intensidad de color, muy vivo.
Fase olfativa
La nariz tiene aromas primarios acentuados y densos, en el rango de frutas maduras y bayas silvestres (mora, mora, frambuesa, …).
Fase gustativa
Amplio en el paladar y lleno de sabores. Ofrece una contribución tánica importante, complementada con una acidez equilibrada que confiere viveza.
Crianza
Fase visual
Presenta colores que evolucionan de una cereza intensa a una cereza roja. Aspectos destacados en tonos violetas en capas finas que muestran los matices de la juventud.
Fase olfativa
En una base de fruta intensa, sus aromas se combinan con los matices de maderas nobles, que van desde la vainilla picante, el regaliz o el clavo de olor, hasta el tostado y el tostado.
Fase gustativa
En la boca es carnoso. estructurado y redondo. Componente tánico equilibrado, su paladar es aterciopelado, lleno de sabores, mostrando una amplia persistencia y potente retro nasal.
Reserva
Fase visual
De lenta evolución cromática y capa intensa, sus tonalidades varían de rojo cereza a rojo rubí.
Fase olfativa
Intenso y elegante. Tiene aromas profundos de fruta madura y confitada combinada con otros como cuero, almizcle, minerales y balsámico.
Fase gustativa
Carnoso, potente y equilibrado, es amplio y robusto en el paladar. Ruta retronasal larga y persistente que potencia los aromas del envejecimiento.
Gran Reserva
Fase visual
Capa alta con base de color rojo cereza, apreciando una amplia gama de tonalidades: desde rojo granate hasta rubí, pudiendo observar tonos de azulejo en capa delgada.
Fase olfativa
En base a los frutos de compota, presenta aromas complejos de todas las series. Los aromas terciarios adquiridos durante el envejecimiento sugieren una amplia gama de matices: maderas tostadas, nobles, especias, …
Fase gustativa
Su estructura firme y gran equilibrio realza la persistencia y la elegancia de este vino. A pesar del tiempo transcurrido, mantiene una intensidad y armonía evidentes que confirman su probada longevidad.